Muchas familias viven con el temor constante de que sus deudas puedan obligar a los receptores judiciales a embargar sus casas. Y ese miedo no es infundado. Sí, una propiedad puede ser embargada si existe una deuda impaga y se inicia un proceso judicial. No ocurre de forma automática, pero es una posibilidad real que conviene entender.
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¿Cuándo se puede embargar una casa?
Esto podría estar derivado desde distintas situaciones. Desde un crédito hipotecario impago hasta deudas bancarias comunes o el no pago de contribuciones. La deuda tiene que estar reconocida judicialmente, y el juez debe ordenar el embargo como parte del procedimiento. Es un proceso que requiere formalidades, pero si no se enfrenta a tiempo, puede avanzar sin freno.
Ahora bien, no todo está perdido. La legislación chilena contempla la figura del “bien familiar”. Esta permite declarar la vivienda principal como protegida, especialmente cuando es habitada por la familia del deudor. Pero ojo, esa protección no es total.
Si la deuda está directamente vinculada a la propiedad, como una hipoteca, la casa puede ser embargada igual, aunque esté declarada como bien familiar.
¿Qué hacer si recibes una notificación de embargo?
Actúa con rapidez, acude a abogados expertos, evalúa alternativas como la defensa judicial o la renegociación. Cada minuto cuenta cuando el hogar está en riesgo.
Perder una casa es una amenaza real. Pero con información oportuna y el respaldo correcto, muchas veces puede evitarse. Lo importante es no quedarse inmóvil, porque cuando se trata de defender tu hogar, la reacción rápida puede marcar la diferencia.
Sabemos que una casa no es solo ladrillo y cemento; es el refugio de una familia. Por eso, acompañamos a quienes enfrentan procesos de embargo con herramientas legales claras y eficientes.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.