Repactar una deuda es un proceso mediante el cual una persona renegocia las condiciones de pago de un crédito o compromiso financiero con su acreedor. Esta alternativa busca facilitar el cumplimiento del pago, especialmente cuando el deudor se encuentra en mora o con dificultades económicas.
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Repactar: Pilares fundamentales
La repactación puede implicar cambios como la disminución del monto de las cuotas, la extensión del plazo del crédito, el recálculo de los intereses, o la inclusión de nuevos costos.
Tiene como objetivo principal hacer más llevadero el pago mensual. Pero puede significar un mayor desembolso total en el largo plazo.
En Chile, repactar una deuda es completamente legal, siempre que exista consentimiento expreso del deudor. Es fundamental tener en cuenta que la ley prohíbe las repactaciones automáticas sin autorización. De hecho, representa una práctica que ha sido sancionada por el Servicio Nacional del Consumidor.
Repactar puede ser una buena opción si buscas evitar un juicio, frenar el avance de una cobranza o simplemente reorganizar tus finanzas. Sin embargo, no siempre es la solución más conveniente, por lo que es esencial revisar cuidadosamente las nuevas condiciones y compararlas con otras alternativas disponibles.
¿Es la mejor opción?
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