En Chile, las deudas no son eternas, pero tampoco desaparecen por arte de magia. La ley permite que ciertas obligaciones financieras prescriban, es decir, que ya no puedan ser cobradas judicialmente después de un tiempo determinado.
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Sin embargo, esta herramienta legal requiere acción y conocimiento. No basta con esperar que pase el tiempo, pues es imprescindible que el deudor solicite formalmente la prescripción ante un tribunal. Solo así podrá borrar sus antecedentes negativos en DICOM y librarse de bloqueos financieros.
¿Cómo prescriben las deudas?
El plazo general para que una deuda prescriba es de cinco años desde su vencimiento. No obstante, existen excepciones.
Por ejemplo:
- Los pagarés y letras de cambio prescriben al año.
- También los cheques protestados.
- Las deudas hipotecarias, en cambio, tienen un plazo de tres años desde la primera cuota impaga.
- Y las acciones ejecutivas, como los embargos, cuentan con sus propios plazos legales.
Existen dos caminos legales para declarar la prescripción. El primero, es usarla como defensa si ya hay una demanda de cobro en curso. El otro, iniciar una acción judicial para que se reconozca la prescripción. En ambos casos, el respaldo de un abogado es fundamental.
Pero no todas entran en este «vencimiento»
Aquellas vinculadas a pensión alimenticia o compromisos previsionales están protegidas por normativas especiales.
Además, para que la prescripción se haga efectiva, deben cumplirse ciertas condiciones.
1. Que la deuda sea prescriptible.
2. Que haya transcurrido el plazo legal.
3. Que el acreedor no haya interrumpido el proceso con una demanda.
4. Que el deudor solicite la prescripción de forma correcta.
Desde Deudas.cl te recordamos que, si tienes una deuda antigua, no des por hecho que ya nadie puede cobrártela. Consulta con un abogado, infórmate y evalúa si la prescripción puede ser tu camino a una nueva oportunidad financiera.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.