En Chile, ser aval de un crédito implica asumir una gran responsabilidad. Significa garantizar el pago de la deuda en caso de que el deudor principal no pueda hacerlo. Si bien esta acción puede ser una muestra de apoyo a un familiar o amigo, es crucial comprender las consecuencias legales y financieras que esto conlleva, especialmente en caso de impago.
¿Qué dice la ley chilena sobre ser aval de un crédito?
La figura del aval está regulada en el Código Civil chileno. En los artículos se establece que el aval es una fianza solidaria, lo que significa que el acreedor puede exigir el pago de la deuda completa tanto al deudor principal como al aval. En otras palabras, el aval responde de la misma manera que el deudor original, sin necesidad de que se haya agotado previamente la responsabilidad de este último.
¿Qué me puede pasar si el deudor principal no paga?
Si el deudor principal no cumple con sus obligaciones de pago, el acreedor puede tomar las siguientes medidas contra el aval:
- Exigir el pago total de la deuda: El acreedor puede dirigirse directamente al aval y exigirle el pago de la totalidad del monto adeudado, más intereses y costas.
- Embargar sus bienes: Si el aval no paga, el acreedor puede solicitar al tribunal el embargo de sus bienes, como su cuenta bancaria, su vehículo o su vivienda.
- Dañar su historial crediticio: El impago de la deuda también puede ser reportado a las centrales de riesgo, como Equifax o Dicom, lo que afectará negativamente el historial crediticio del aval y dificultará el acceso a futuros créditos.
Los avales tiene las mismas consecuencias legales que el deudor principal por lo tanto también están sujetos a embargo.
¿Qué puedo hacer si soy aval de un crédito que se dejó de pagar?
Si te encuentras en esta situación, es importante que actúes con rapidez para proteger tus intereses. A continuación, se presentan algunas opciones:
- Contactar al acreedor: Lo primero que debes hacer es comunicarte con el acreedor e informarle sobre la situación. Es importante mantener una comunicación abierta y demostrar tu disposición a buscar una solución.
- Negociar un acuerdo de pago: Puedes intentar negociar un acuerdo de pago con el acreedor. Esto podría implicar pagar la deuda en cuotas o refinanciarla a una tasa de interés más baja.
- Solicitar la intervención de un abogado: Si no logras llegar a un acuerdo con el acreedor por tu cuenta, puedes solicitar la asesoría de un abogado especializado en derecho financiero. Un abogado podrá ayudarte a comprender tus derechos y opciones, y te representará en caso de que sea necesario iniciar un proceso judicial.
¿Cómo puedo evitar ser aval de un crédito en el futuro?
Si no deseas asumir el riesgo de ser aval, lo mejor es que te niegues a hacerlo. No debes sentirte presionado a aceptar ser aval por alguien, incluso si se trata de un familiar o amigo cercano. Recuerda que ser aval es una decisión importante que debe tomarse con seriedad y responsabilidad.
Recomendaciones adicionales:
En primer lugar, si estás pensando en ser aval:
- Infórmate sobre las condiciones del crédito, incluyendo el monto, la tasa de interés y el plazo de pago.
- Evalúa tu capacidad financiera para asumir la responsabilidad de avalar la deuda.
- Asegúrate de comprender las consecuencias legales de ser aval.
- Exige que se te entregue una copia del contrato de crédito.
Si ya eres aval:
- Supervisa el pago del crédito de forma regular.
- Comunícate con el deudor principal si observas algún retraso en los pagos.
- Toma medidas oportunas si el deudor principal no cumple con sus obligaciones.
Ser aval de un crédito puede ser una decisión riesgosa. Es importante comprender las consecuencias legales y financieras antes de aceptar esta responsabilidad. ¿Estás en la situación de ser aval de un crédito que se dejó de pagar? Actúa rápido, ¡contáctanos ahora mismo!