Sí, existen acciones propias de los acreedores como la acción pauliana o revocatoria, que involucra directamente una acción ejercida en contra del deudor que, sabiendo el mal estado de sus negocios, se va deshaciendo de sus bienes (de forma onerosa o gratuita) de mala fe, perjudicando directamente la posibilidad de cobrar el crédito que tendrían los acreedores de la misma persona deudora.
Es decir, con esta medida el acreedor puede revocar actos cometidos por el deudor que lo perjudiquen, como por ejemplo, el traspaso de una propiedad por un precio bajo el de mercado o gratuitamente.
Existen otros derechos: beneficio de separación, medidas conservativas y acción de subrogación.