Si la defensa comienza en forma oportuna, entonces hay una serie de beneficios que finalmente se traducen en un ahorro monetario para nuestros clientes, entre los cuales están:
Ganar Tiempo
La correcta tramitación obliga al demandante a esperar el pronunciamiento de una serie de resoluciones, apelaciones y recursos de reposición, las que necesariamente están sujetas a plazos y la tramitación del juzgado correspondiente, lo que finalmente permite ahorrar o descanzar del pago por el periodo que dure esta tramitación
Mejora la posición para Negociar
Dado que el tiempo juega a favor del demandado, en general algunas instituciones se abren a mejorar las condiciones de negociación para evitar la extensión del proceso de cobro.
Opción de consignación
Una buena alternativa para liquidar la deuda sin poner el riesgo los bienes personales, es la consignación directamente en la cuenta corriente del tribunal. Si esta es realizada en forma periódica e inteligentemente posteriormente se puede pedir la reliquidación de la deuda, los intereses y otros…. Con lo que se gana tiempo y accede a mejores condiciones determinadas por el tribunal.
Posibilidades de abandono o cesación
Aunque no es una gestión propia, ni mucho menos se puede garantinzar, en un porcentaje importante de causas el acreedor cesa en la tramitación de la demanda o demora algunas contestaciones, las que favorecen finalmente al demandado
Preparación para el embargo
En nuestro caso asesoramos permanentemente a nuestro cliente del estado procesal de la causa y las posibilidades frente a cada situación que se pueda ocasionar.