Frente al aumento del endeudamiento en los hogares chilenos, muchas personas buscan alternativas para evitar caer en mora o enfrentar un proceso judicial. Una de las opciones más comunes es repactar las deudas. Pero ¿realmente conviene hacerlo?
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Qué conlleva la operación de repactar
Sucintamente, esta acción consiste en renegociar los términos originales de una deuda.
Puede implicar extender el plazo de pago, reducir las cuotas mensuales o reestructurar los intereses. Esto puede dar un respiro financiero a corto plazo, pero a veces significa pagar más en total.
Los expertos de Deudas.cl señalan que repactar puede ser conveniente si el deudor mantiene ingresos estables.
En estos casos, la operación permite evitar el deterioro del historial crediticio y detener posibles embargos. También es una opción válida si se busca ganar tiempo para organizar las finanzas.
Sin embargo, debe hacerse de forma informada y voluntaria.
El problema surge cuando la persona ya no tiene capacidad de pago, ni siquiera para cuotas más bajas. En esos casos, repactar solo alarga el problema. Además, algunas entidades pueden imponer condiciones abusivas que incrementan los intereses o suman nuevos costos.
¿Hay otras opciones?
Si la situación es más grave, la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento puede ofrecer soluciones más adecuadas. Este mecanismo permite renegociar o liquidar las deudas bajo supervisión legal, protegiendo al deudor de nuevas acciones judiciales.
Recomendamos no firmar ningún documento sin revisar sus condiciones legales. Repactar puede ser una herramienta útil, pero no es la solución para todos. Antes de tomar una decisión, busca asesoría especializada. Proteger tus derechos es tan importante como encontrar una salida a tus deudas.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.