Vivir bajo la presión constante de los acreedores que no paran de cobrar no solo afecta tu bolsillo; daña tu tranquilidad y tu salud mental.

Las llamadas insistentes, los mensajes sin descanso y las cartas que llegan a tu casa pueden convertirse en una pesadilla difícil de sobrellevar. Sin embargo, existen caminos legales que permiten a los deudores recuperar la calma y detener estas prácticas invasivas.

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¡Basta de cobrar! La guía para resolver el caso

El primer paso es entender que las deudas no autorizan el acoso.

La ley protege al deudor de prácticas abusivas y limita las formas en que los acreedores pueden ejercer la cobranza. No pueden hostigarte a cualquier hora ni presionarte con amenazas que no correspondan.

Aquí entra en juego la asesoría especializada, capaz de utilizar herramientas legales que pongan freno a estas situaciones y te devuelvan el control.

Acompañamiento integral para enfrentar este tipo de problemas

La defensa preventiva permite actuar incluso antes de que llegue una demanda, bloqueando posibles acciones judiciales y evitando que los plazos legales te jueguen en contra. Si la demanda ya existe, la defensa integral asume la representación en tribunales, presentando recursos como excepciones, prescripción o abandono del procedimiento. Con estas estrategias, es posible reducir o incluso extinguir la deuda.

También es posible acogerse a la Ley 20.720, conocida como la ley de quiebras. Este mecanismo entrega la opción de reorganizar o liquidar deudas de manera ordenada y con respaldo legal. A través de este proceso, el deudor puede salir de una situación insostenible y volver a empezar con mayor seguridad financiera.

Cómo lograr que los acreedores dejen de cobrar

La meta no es solo que dejes de recibir llamados molestos, es que logres recuperar tu vida financiera y tu paz personal.

Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.

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