Tener una tarjeta de crédito cuando se está estudiando parece una gran ayuda. Da acceso a descuentos, compras en línea y permite enfrentar gastos imprevistos. Sin embargo, detrás de esa aparente facilidad existen riesgos que pueden transformarse en un serio problema financiero si no se manejan con cuidado.
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Tarjeta de crédito: ¿En qué aspectos fijarse para no errar?
El primer riesgo está en el sobreendeudamiento. Los estudiantes suelen no tener ingresos estables, y usar la tarjeta para cubrir necesidades básicas puede convertirse en una costumbre peligrosa. Cada compra acumula intereses si no se paga el total facturado, y esos intereses son más altos que en otros productos financieros. Lo que comenzó como un gasto pequeño, en poco tiempo puede multiplicarse y ser difícil de pagar.
Otro aspecto a considerar son las comisiones. Las tarjetas de crédito para estudiantes no siempre son más baratas que las tradicionales. Cobran mantención, cargos por avances en efectivo y costos por atrasos. Estos montos pueden parecer bajos de forma individual, pero al sumarse representan una carga significativa. El problema es que muchos estudiantes no leen los contratos y terminan sorprendidos al ver el estado de cuenta.
También está el riesgo del historial crediticio. Un atraso en los pagos no solo genera intereses adicionales, sino que puede llevar al estudiante a figurar en registros como Dicom. Esa mancha complica futuros créditos, desde un crédito de consumo hasta un hipotecario. Iniciar la vida financiera con un antecedente negativo es un error que se arrastra por años.
Detente y piensa
Por eso, antes de aceptar una tarjeta de crédito es fundamental analizar si realmente se necesita. Es mejor usarla solo en situaciones puntuales, pagar siempre el total facturado y evitar avances en efectivo. La educación financiera es la clave para que esta herramienta sea un apoyo y no una trampa que comprometa el futuro.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.