La tercería de posesión es una acción legal que protege a las personas que no tienen nada que ver con un juicio. Se utiliza cuando se embargan bienes que en realidad pertenecen a un tercero. Su objetivo es demostrar que esos bienes no son del deudor y deben quedar fuera del embargo.

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Imagina que un tribunal ordena el embargo de un auto, un televisor o un computador. Están en la casa del deudor, pero son tuyos. Tú no eres parte del juicio, pero puedes perderlos si no actúas. Para evitar esta injusticia, la ley permite presentar una tercería de posesión.

La tercería de posesión es la defensa legal de un tercero para excluir de un embargo los bienes que legítimamente le pertenecen.
Si tus bienes están en riesgo por deudas ajenas, esta herramienta puede ser clave para protegerlos.

Marco legal de la tercería

El Código de Procedimiento Civil regula este mecanismo. Se encuentra en los artículos 518 y siguientes. La norma señala que cualquier persona que acredite derechos sobre los bienes embargados puede interponer esta demanda. Lo importante es demostrar con pruebas que el bien es tuyo.

Facturas, contratos, boletas, testigos o inscripciones pueden servir para respaldar la propiedad.

La tercería se aplica en muchos casos. Un auto embargado que en realidad pertenece a un familiar. Muebles o electrodomésticos comprados por otra persona, pero que están en la vivienda del ejecutado. Incluso bienes heredados o recibidos en donación. Lo central es que exista un derecho legítimo de posesión o propiedad que se pueda acreditar ante el tribunal.

Si tus bienes están en riesgo por embargos ajenos, ¡protégelos con una tercería!

A considerar

Si no actúas rápido, los bienes pueden ser rematados y la pérdida será irreversible. La tercería de posesión es la única vía para evitar que el patrimonio de un tercero se vea afectado por deudas que no le corresponden.

Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.

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