Es una realidad que las casas comerciales ocupan un rol clave en la economía del consumo. Sus tarjetas de crédito se ofrecen en casi todas las grandes tiendas y permiten comprar a cuotas, sin tanta burocracia como los bancos.
Esa accesibilidad ha abierto la puerta a miles de personas que buscan financiar electrodomésticos, ropa o tecnología. Pero detrás de esa comodidad se esconde un riesgo que muchos descubren demasiado tarde: el endeudamiento sin control.
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Las casas comerciales concentran gran parte del mercado del retail chileno
Tiendas como Falabella, Paris o Ripley dominan el sector y han convertido el crédito en su principal herramienta de venta. Sin embargo, las tasas de interés suelen ser más altas que las bancarias.
Un atraso pequeño puede transformarse rápidamente en una deuda difícil de pagar.
El problema surge cuando el cliente no logra cumplir y la empresa informa la morosidad (DICOM).
Registros de deudores
Estar en DICOM implica más que una simple marca negativa. Afecta la posibilidad de arrendar, pedir nuevos créditos o incluso conseguir trabajo. Y lo más grave es que muchas veces la deuda inicial no era alta. Bastó una compra impulsiva, una emergencia o una pérdida de empleo para que el pago se volviera imposible. Las casas comerciales, al tener menos filtros de aprobación, terminan asumiendo el riesgo de prestar a quienes no pueden responder.
Por eso, antes de aceptar una tarjeta de una tienda, es importante pensar en el futuro.
Las cuotas parecen pequeñas, pero se acumulan rápido. Si no se administran con cuidado, pueden terminar costando mucho más que el producto comprado. En Deudas.cl, un equipo especializado puede orientar a quienes ya enfrentan este tipo de problemas. Porque las deudas pueden resolverse, pero prevenirlas siempre será mejor.
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