Las contribuciones son un impuesto patrimonial que se aplica a los bienes raíces. Su cálculo lo realiza el Servicio de Impuestos Internos y su cobro corresponde a la Tesorería General de la República. Se pagan en cuatro cuotas al año, y si no cumples en los plazos establecidos, se acumulan intereses y reajustes que terminan convirtiéndose en una deuda difícil de manejar.
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El pago de contribuciones recae sobre distintos responsables
No solo el propietario debe responder, también el ocupante de la propiedad, el usufructuario, el arrendatario o incluso quien tenga la mera tenencia. Por eso, es clave estar informado. Si vives o administras un inmueble, debes revisar si existe alguna obligación pendiente.
Evitar deudas es posible con organización
Primero, marca en tu calendario las fechas de vencimiento: 30 de abril, 30 de junio, 30 de septiembre y 30 de noviembre. Estos días son inamovibles, salvo que coincidan con fines de semana o festivos, en cuyo caso el pago se traslada al día hábil siguiente. Adelantarte con recordatorios puede ahorrarte problemas.
El pago es sencillo.
- En línea, puedes hacerlo a través de tgr.cl usando ClaveÚnica, Clave Tributaria o incluso sin usuario ni clave.
- Presencialmente, necesitas un cupón que se obtiene también en el portal de Tesorería. Pagar a tiempo significa cancelar solo lo justo, sin recargos adicionales.
La recomendación es clara: no dejes acumular cuotas.
Una contribución atrasada arrastra intereses que aumentan con rapidez.
Además, la deuda puede afectar trámites relacionados con tu propiedad, complicar ventas o generar embargos.
La disciplina en los pagos evita dolores de cabeza y protege tu patrimonio. Las contribuciones forman parte de las responsabilidades de todo propietario o tenedor de un inmueble. Cumplir con ellas no solo es una obligación legal, también una forma inteligente de cuidar tus finanzas.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.
