En Chile, la morosidad es un desafío constante para empresas grandes y pequeñas. El retraso en los pagos afecta la liquidez, frena el crecimiento y tensiona las relaciones comerciales. Por eso, la cobranza se ha convertido en una herramienta clave de supervivencia. Y su manejo debe equilibrar eficiencia con respeto a la ley.
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Paso a paso: ¿Cómo funciona la cobranza?
El proceso suele comenzar con la cobranza extrajudicial.
Es la etapa más común y menos costosa. Las empresas buscan que el deudor pague de manera voluntaria. Lo hacen a través de llamados, correos, mensajes de texto o visitas presenciales. También pueden ofrecer convenios de pago o descuentos por pronto pago. Sin embargo, la normativa chilena establece límites claros.
La Ley 21.320 prohíbe el hostigamiento, restringe los horarios de contacto y limita la frecuencia de los mensajes.
Solo se pueden realizar dos gestiones por semana, en días hábiles y dentro del horario permitido.
Si el deudor no responde, la empresa puede iniciar una cobranza judicial.
Este proceso se realiza ante un tribunal civil. Requiere un título ejecutivo, como una factura aceptada o un pagaré. El juez puede ordenar el embargo de bienes o cuentas bancarias del deudor. Aunque es un camino más largo y costoso, garantiza una resolución legal del conflicto.
Muchas compañías optan por tercerizar la operación
Contratan estudios jurídicos o agencias especializadas de cobranza que usan tecnología, inteligencia artificial y comunicación digital para aumentar la efectividad. Otras invierten en plataformas automatizadas que gestionan recordatorios y segmentan deudores según su comportamiento.
La modernización del proceso ha permitido mejorar los índices de recuperación. Pero el desafío sigue siendo el mismo: cobrar con eficiencia, sin vulnerar derechos y manteniendo la reputación empresarial. Porque en el equilibrio entre firmeza y respeto está la clave de una cobranza responsable.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.
