¿Sabías que la morosidad en los pagos de las empresas a los bancos alcanzó niveles históricos en agosto? Según datos del sistema financiero, la deuda atrasada por más de 90 días, que incluye créditos de empresas y personas (consumo y vivienda), llegó al 2,35%. Este es su nivel más alto en 12 años.
Lo más preocupante es la morosidad en los créditos comerciales, que alcanzó un récord de 2,47%, el más alto desde 2009. |
Este aumento comenzó en julio, cuando la morosidad general del sistema bancario llegó a su punto más alto en 12 años, con un 23,2%. No se veía un nivel así desde julio de 2012, cuando llegó a 23,8%. La tendencia continuó en agosto, consolidando su máximo histórico desde 2012.
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El consumo muestra señales de mejora y la morosidad no da tregua
Aunque la deuda total sigue aumentando, la morosidad en los créditos de consumo ha empezado a mejorar. En febrero de 2024, este segmento alcanzó su punto más alto, con una morosidad del 3,04%, el peor registro desde julio de 2009. Desde entonces, ha bajado 43 puntos base, situándose en 2,61% en agosto. Esta mejora en los créditos de consumo contrasta con el aumento de la deuda comercial, que sigue en alza.
El panorama en el sector de vivienda tampoco es alentador. En agosto, la morosidad en este segmento alcanzó su nivel más alto desde julio de 2020, con un 21,4%. A pesar de este aumento, los niveles siguen por debajo de los registros previos a la pandemia, lo que muestra cierta estabilidad en comparación con otros momentos de crisis económica.
El impacto generalizado en todas las carteras de crédito
Un informe reciente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras ha contextualizado el aumento de la morosidad. El documento destaca que, en los últimos años, la mora ha crecido de manera generalizada en todas las carteras de crédito. Este incremento es notable en comparación con el mínimo histórico registrado en diciembre de 2021, lo que refleja un cambio de tendencia significativo.
La situación es especialmente crítica en los préstamos a empresas. En mayo de este año, la morosidad empresarial alcanzó su nivel más alto desde que el regulador comenzó a llevar registros, situándose en el 24,4% del total de créditos comerciales. Para agosto, esta cifra siguió subiendo, aumentando 110 puntos base y alcanzando el 24,7%.
¿Qué esperar para el futuro?
El informe de la Abif subrayó: Aunque la morosidad en la cartera de consumo mostró una leve mejoría en los últimos meses, en agosto volvió a aumentar.
Este repunte llevó la deuda a un nuevo récord desde 2009, alcanzando el 2,47%. Este es un nuevo punto crítico tanto para empresas como para personas en términos de créditos.
La situación en las carteras de vivienda y consumo también empeoró:
Cartera | Aumento de morosidad | Cifra (%) |
Vivienda | + 106 puntos base | 14,2% |
Consumo | + 148 puntos base | 26,1% |
El panorama financiero para las empresas en Chile sigue siendo complicado. La morosidad continúa en aumento y no hay señales claras de recuperación a corto plazo. Las colocaciones comerciales son las más afectadas, y los próximos meses serán cruciales para determinar si estas cifras seguirán creciendo o si comenzarán a estabilizarse.
¿Qué significa este aumento de la morosidad para las empresas?
Para las empresas, el aumento de la morosidad representa desafíos adicionales en su relación con los bancos. A medida que la deuda morosa crece, es probable que las condiciones de financiamiento se vuelvan más estrictas. Esto puede dificultar el acceso a nuevos créditos o complicar la renegociación de las condiciones de pago.
Este escenario es aún más complicado para las pequeñas y medianas empresas. Ellas dependen en gran medida de los préstamos bancarios para mantener sus operaciones en marcha. |
En resumen, agosto ha marcado un nuevo hito en el aumento de la morosidad tanto empresarial como bancaria. Aunque algunas carteras, como la de consumo, han mostrado pequeñas mejorías, la deuda comercial sigue aumentando.
Esto, sin duda, refleja los grandes retos que enfrentan las empresas en el actual entorno económico. La gran incógnita es si esta tendencia seguirá en los próximos meses o si las políticas de ajuste financiero ayudarán a frenar el crecimiento de la morosidad.