En Chile existe la figura jurídica de la prescripción de las deudas, es decir, el plazo tras el cual el acreedor ya no puede exigir judicialmente el pago de la obligación. Este mecanismo es relevante también para deudas telefónicas, aunque no haya una norma específica que las mencione.
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Según el Código Civil (artículos 2492 y siguientes), la prescripción opera cuando la acción para exigir la deuda no se ejercita en un cierto período.
Prescripción de deudas telefónicas
En la práctica se entiende que las deudas por servicios, como telecomunicaciones, pueden acogerse al plazo general de 5 años desde que la obligación fue exigible. Ello, siempre y cuando no haya habido interrupción del plazo.
Para aplicar esta regla en el caso de las deudas telefónicas es necesario verificar tres elementos clave:
Fecha de exigibilidad.
Momento en que la empresa de telefonía podía legalmente exigir el pago (por ejemplo, factura vencida).Inactividad del acreedor durante el plazo.
Que no se haya interpuesto demanda, ni haya reconocimiento de la deuda por parte del deudor, ni pagos parciales que reinicien el conteo.Alegación de prescripción.
La prescripción no opera de forma automática. El deudor debe invocarla o defenderse en un juicio de cobranza.
¿Cuándo hay una base para argumentar que la acción para el cobro está prescrita?
Si han transcurrido cerca de cinco años sin que la empresa haya iniciado acciones legales o el deudor haya reconocido la deuda. Sin embargo, aún puede quedar la obligación moral o contractual de pago. La persona, natural o jurídica, podría figurar en registros de morosidad si correspondiera.
Para usuarios y empresas de servicios de telecomunicaciones, es esencial asesorarse legalmente para evaluar cada caso particular con sus fechas y documentación. La regla general de 5 años aplica, pero solo si no hubo interrupción del plazo y se presenta la excepción.
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