En Chile, la deuda castigada es una realidad que afecta a miles de personas. Son aquellas obligaciones financieras que, debido a su largo periodo de impago, se consideran incobrables por las instituciones financieras. Aunque el proceso de castigo contable libera a la entidad de seguir intentando cobrar, no exime al deudor de la responsabilidad de la deuda.

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Por qué una responsabilidad se transforma en una deuda castigada

Cuando una deuda se vuelve castigada, generalmente ha estado en mora durante varios meses, o incluso años. Los bancos, compañías de tarjetas de crédito y otras entidades prestamistas tienen la obligación de registrar estas deudas como pérdidas en sus libros.

Sin embargo, aunque se marquen como ‘castigadas’, esto no significa que desaparezcan. El deudor sigue siendo responsable del pago, y la deuda puede seguir aumentando por los intereses y costos adicionales asociados.

El impacto para el deudor es significativo

Las deudas castigadas permanecen en el historial crediticio del individuo durante un largo período, generalmente hasta 5 años. Esto puede dificultar la obtención de nuevos créditos, ya que las entidades financieras consultan estos registros antes de aprobar préstamos.

Muchas veces las deudas castigadas son vendidas a empresas de cobranza. Esto puede resultar en un proceso más agresivo para intentar recuperar los fondos.

Deuda castigada: ¿Qué son y cómo afectan al historial crediticio de un deudor?

Para quienes se encuentran en esta situación, es crucial conocer sus derechos. Aunque una deuda castigada puede parecer el fin de la posibilidad de saldar una obligación, existen opciones como la reestructuración de la deuda o acuerdos de pago con las entidades acreedoras. Acercarse a profesionales o a plataformas como Deudas.cl puede ser el primer paso para encontrar soluciones y evitar que estas deudas afecten a largo plazo la vida financiera del deudor.

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