En Chile, las casas comerciales siguen siendo una puerta de entrada al crédito para miles de familias. Tarjetas propias, cuotas “sin interés”, líneas de financiamiento rápido. Pero detrás de esa facilidad se esconde un riesgo que crece en silencio. Aunque el porcentaje de hogares endeudados con el retail ha bajado del 37% en 2017 al 21% en 2024, las deudas siguen siendo significativas.
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La deuda promedio con casas comerciales supera los 360 mil pesos, y ha aumentado más de un 30% en los últimos años. La inflación, el costo de vida y la pérdida de poder adquisitivo empujan a muchas familias a financiar gastos básicos con crédito de consumo.
¿Cuándo las deudas se transforman en una pesadilla?
El problema aparece cuando esas cuotas se vuelven impagables.
Las tasas de interés son más altas que las bancarias y los cargos por mora pueden multiplicar la deuda en pocos meses. El resultado: más personas en registros de morosidad, menor acceso al sistema financiero y una cadena de estrés económico y emocional difícil de romper.
Desde la perspectiva del sistema, el riesgo tampoco es menor. El Banco Central advierte que los hogares con deudas de consumo son los más vulnerables ante shocks como el desempleo o la subida de tasas. Una ola de morosidad en el retail podría frenar el consumo y golpear la economía en su conjunto.
El mensaje es claro: endeudarse no es malo, pero hacerlo sin medir la capacidad de pago sí lo es. Revisar las condiciones, negociar antes de caer en mora y mantener un fondo de emergencia son pasos clave. Porque en tiempos de incertidumbre, cada peso financiado cuenta… y cada cuota impaga puede costar caro.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.