Es una realidad. En Chile, el acceso a la casa propia se ha transformado en un desafío cada vez más difícil de superar. Entre 2010 y 2022, el porcentaje de familias propietarias cayó del 65,5% al 57%. Esta disminución de 8,5 puntos porcentuales es la mayor registrada entre los países de la OCDE en los últimos 12 años, según un informe publicado por el Diario Financiero.

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En otros países de la OCDE, la tendencia hacia la propiedad de vivienda ha sido positiva. Chile, sin embargo, sigue un camino opuesto. En Países Bajos, el porcentaje de propietarios aumentó en 13,6 puntos porcentuales entre 2010 y 2022. México también registró un incremento significativo, con una subida de 10,2 puntos en el mismo periodo.

Incluso en naciones donde el acceso a la vivienda propia ha sido históricamente más complicado, como Alemania o Suecia, hubo pequeños avances. Alemania vio un aumento del 2,6% y Suecia del 2,2%.

En contraste, las caídas registradas en otros países, como Lituania (3,9%) y España (3,5%), son menores comparadas con la situación en Chile. La crisis habitacional chilena destaca como una de las más severas dentro del grupo de países de la OCDE.

¿Qué está pasando en Chile y la casa propia?

Nicolás León, gerente de Estudios y Políticas Públicas de la Cámara Chilena de la Construcción, señala que esta crisis se debe a diversos factores económicos. Uno de los más relevantes es el aumento sostenido en los costos de construcción, que han crecido mucho más rápido que los salarios en las últimas dos décadas. En este sentido, desde 2004:

  • El valor del suelo ha subido un 177%.
  • Los materiales de construcción han aumentado un 146%.
  • Los costos de la mano de obra un impresionante 222%.
  • Además, la implementación del IVA a la vivienda en 2016 agregó un 14% al precio final de los inmuebles, según datos de la CChC.

La oferta de viviendas también ha cambiado significativamente. En 2015, el 47% de las viviendas nuevas costaban menos de UF 2.000, haciéndolas más accesibles para muchas familias. Hoy, esa proporción ha caído al 5,9%.

En contraste, las viviendas más caras, con precios entre UF 3.000 y UF 6.000, han pasado a dominar el mercado. Actualmente, representan el 45% de las opciones disponibles, duplicando su participación en comparación con hace nueve años. Este encarecimiento ha reducido drásticamente las alternativas para las familias de menores ingresos, dejando a muchas fuera del mercado de vivienda propia.

El sueño de la casa propia está en crisis

El impacto en el gasto público

El aumento en los precios de la vivienda ha llevado al gobierno a incrementar considerablemente su presupuesto en soluciones habitacionales.

En 2023, se destinaron más de 2.100 millones de dólares para este propósito.

Esta cifra es 6,2 veces mayor que el presupuesto asignado en 2003.

Sin embargo, el número de viviendas entregadas no ha mostrado un aumento significativo en comparación con ese periodo.

Los especialistas advierten que esta situación es insostenible. Si no se toman medidas para controlar los costos de construcción, el gasto público seguirá aumentando, poniendo en riesgo la estabilidad financiera de las políticas habitacionales.

Chile enfrenta un desafío crítico para cambiar esta tendencia. Es urgente frenar el alza de los costos en la construcción y establecer políticas que garanticen un acceso más equitativo a la vivienda. Solo así, el sueño de la casa propia podrá volver a ser alcanzable para más familias chilenas, dejando de ser un lujo al alcance de pocos.

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