Repactar una deuda puede ser una decisión inteligente cuando las cuotas se vuelven imposibles de pagar. Es una opción que permite reorganizar los compromisos financieros y evitar consecuencias más graves, como la morosidad o el embargo. En Chile, miles de personas recurren a la repactación para recuperar el control de sus finanzas sin caer en incumplimiento.

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¿Qué significa repactar?

Cuando se repacta, se renegocian las condiciones del crédito.

El objetivo es adaptar el pago a la realidad económica del deudor. En la mayoría de los casos, se amplía el plazo y se reducen las cuotas. Esto alivia la presión mensual y entrega un respiro que puede ser crucial para estabilizar el presupuesto familiar. Sin embargo, hay que tener cuidado: una repactación puede implicar intereses adicionales que aumentan el monto total de la deuda.

El principal beneficio es mantener un buen historial financiero

Al llegar a un nuevo acuerdo, se evita que la deuda sea informada a Equifax. Esto protege la reputación crediticia y permite seguir accediendo a productos financieros. También es una forma de evitar procesos judiciales, ya que demuestra voluntad de pago y disposición para cumplir.

Repactar no significa el fin del problema, pero sí un paso hacia la solución. Es una medida preventiva que puede ayudar a recuperar la estabilidad económica antes de llegar a situaciones extremas, como la quiebra personal.

Lo importante es hacerlo con información clara y bajo asesoría adecuada.

¿Es bueno repactar una deuda? Descubre sus verdaderos beneficios

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