La tercería de posesión es un mecanismo legal que muchas personas desconocen, pero puede transformarse en una herramienta útil cuando un embargo amenaza bienes que no pertenecen al deudor.
TE PODRÍA INTERESAR
- ¿Qué pasa si tienes deuda con una Isapre? La realidad que viven miles de afiliados
- Arrendadores y arrendatarios: Así puedes cambiar un contrato legalmente
- Grandes compromisos financieros: Qué es un aval y cuál es su función en Chile
- Casas comerciales: ¿Cuál es el riesgo silencioso que enfrentan los deudores?
¿Cuándo optar por una tercería de posesión?
Se utiliza en casos muy específicos. Y funciona como un escudo cuando un tercero puede demostrar que la propiedad de lo embargado es suya. Esto evita injusticias y permite corregir errores frecuentes en los procedimientos ejecutivos. Su uso se vuelve clave cuando un domicilio es compartido o cuando bienes familiares se confunden con los del deudor.
Este recurso es especialmente útil cuando el acreedor embarga bienes que están en poder del deudor, pero no son de su propiedad. Puede ocurrir en viviendas arrendadas, en casas de familiares o en espacios donde coexisten varias personas.
La tercería permite al dueño real recuperar el control sobre esos bienes.
El tribunal revisa los antecedentes, evalúa la documentación y decide si el embargo debe mantenerse o levantarse.
Este proceso da un margen de defensa a quienes se ven afectados por error. Y previene la pérdida injustificada de patrimonio.
También es útil cuando existieron compras recientes con respaldo claro, como boletas, facturas o contratos de compraventa. En estos casos, la tercería demuestra que la posesión del tercero es anterior al embargo.
Esto es decisivo porque la justicia privilegia la propiedad probada. Y evita que bienes legítimos terminen en remate por una deuda ajena. Este mecanismo no elimina la deuda, pero protege a quienes no deben responder por ella.
¡Conoce esta figura antes de enfrentar un embargo!
Porque entender cuándo aplicar una tercería puede marcar la diferencia entre perder bienes valiosos o conservarlos.
Es un recurso técnico, pero también una herramienta práctica. Y sigue siendo una de las defensas más importantes para quienes conviven con un deudor o comparten espacios y pertenencias.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.
