El aumento del endeudamiento en los hogares chilenos ha encendido las alarmas. Muchos se preguntan qué tan real es la posibilidad de perder su vivienda por deudas. La respuesta es clara: sí, se puede embargar una casa. Pero no en todos los casos, y siempre bajo un proceso judicial regulado por la ley.
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¿Cuándo pueden embargar una casa?
Una vivienda puede ser objeto de embargo si existe una deuda impaga y un juicio en curso. Esto sucede con créditos hipotecarios vencidos, deudas bancarias de alto monto o incluso por el no pago de contribuciones.
Sin embargo, la legislación chilena contempla protecciones.
El «bien familiar» es una figura legal que resguarda la vivienda principal del grupo familiar. Para acceder a esta protección, se debe solicitar judicialmente la declaración del inmueble como tal.
Esta figura, aunque útil, no es absoluta. No impide el embargo si la deuda está directamente asociada a la propiedad, como un crédito hipotecario. Tampoco protege en todos los casos de obligaciones financieras. Por eso, es clave conocer sus alcances y limitaciones antes de confiar en ella como un escudo total.
Recibir una notificación de embargo es un momento crítico
Según especialistas, es fundamental actuar rápido. Negociar con el acreedor, buscar acuerdos de pago o iniciar una defensa judicial pueden marcar la diferencia entre conservar o perder el hogar.
En tiempos de incertidumbre económica, la prevención es la mejor herramienta. Estar informado sobre las leyes, conocer los derechos y acudir a asesoría legal especializada puede evitar consecuencias irreversibles. El embargo de una casa es legalmente posible, pero también es prevenible si se toman las medidas correctas a tiempo.
Este es un tema que abordamos con la seriedad que merece, porque proteger el patrimonio familiar no es opcional, es urgente.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.
