La Ley N° 20.720, conocida como Ley de Insolvencia y Reemprendimiento, establece los procedimientos para que las personas jurídicas en situación de insolvencia puedan reorganizar sus deudas o liquidar sus activos de manera ordenada. En palabras sencillas, solicitar la quiebra para entidades.

Esta normativa busca equilibrar los derechos de los implicados. Ello, considerando a los acreedores y a las empresas. A estas últimas, se les ofrece la posibilidad de reestructurarse o cerrar formalmente.

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Procedimientos para personas jurídicas

La reorganización permite a las empresas reestructurar sus activos y pasivos a través de acuerdos con sus acreedores. Este proceso busca que la empresa continúe operando bajo mejores condiciones financieras. Con la reorganización, la empresa puede acceder a plazos de pago más amplios, períodos de gracia, reducción de intereses e incluso, en algunos casos, a la condonación de parte de la deuda.

Durante este procedimiento, la empresa cuenta con un período de protección financiera concursal. Esta protección la resguarda de acciones legales mientras se negocian los nuevos términos con sus acreedores. Así, la empresa tiene un espacio seguro para reorganizar sus finanzas y estabilizar su situación.

Cuando la empresa ya no es viable, puede optar por la liquidación. Este proceso implica el cierre formal de la entidad y la venta de sus activos para cubrir las deudas. A través de un remate o venta de bienes, se recaudan fondos que se destinan al pago de los acreedores.

Si el valor de los activos no es suficiente para cubrir todas las deudas, la liquidación considera esas obligaciones como extinguidas al finalizar el proceso. Esto significa que, una vez completada la liquidación, la empresa queda libre de sus deudas pendientes, cerrando formalmente su situación financiera sin dejar obligaciones abiertas.

Beneficios de acogerse a la normativa actual de quiebra

  • Protección legal: Al acogerse a la ley, la empresa obtiene protección frente a acciones legales de los acreedores. Esto es válido durante el proceso de reorganización o liquidación.
  • Reestructuración de deudas: Existe la posibilidad de negociar nuevas condiciones de pago. Se pueden incluir plazos más amplios y reducción de intereses.
  • Extinción de deudas: Las deudas se consideran extintas una vez finalizado el proceso, incluso si los activos vendidos no cubren la totalidad de las obligaciones. (Sólo válido en el proceso de liquidación).

Ley de quiebra para personas jurídicas (empresas)

Para acogerse a cualquiera de las opciones, es importante considerar dos aspectos que podrían marcar la diferencia. En las distintas operaciones entran en juego ciertas aristas que, aunque son posibles de entender por sí mismas, se recomienda tener un punto de vista profesional.

  • Asesoría legal: Es fundamental contar con asesoría legal especializada para navegar adecuadamente los procedimientos establecidos por la ley.
  • Impacto en la reputación: Aunque la ley ofrece soluciones para la insolvencia, es importante considerar el impacto en la reputación de la empresa y sus directivos.

Para más información y orientación sobre cómo acogerse a la Ley de Quiebras, se recomienda consultar con abogados especializados en insolvencia o contactar a la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.

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