En el agitado mercado inmobiliario chileno, el contrato de arriendo es la base de toda relación entre arrendador y arrendatario. Este documento regula derechos, deberes y condiciones esenciales para ambas partes. ¿Qué sucede si en algún momento se necesita cambiar lo pactado?
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¿Se puede modificar un contrato de arriendo?
Sí, el contrato de arriendo es modificable. Eso sí, cualquier cambio debe ser consensuado por las partes involucradas y, fundamentalmente, formalizado por escrito. La legislación chilena permite cambiar aspectos como el monto del arriendo, la duración del contrato o las condiciones de uso del inmueble. La claridad en estos cambios es vital para evitar malos entendidos futuros.
¿Cómo se modifica? Primero, ambas partes deben estar de acuerdo, sin presiones. Luego, se debe dejar constancia de los cambios mediante un anexo escrito al contrato original. Para una mayor seguridad jurídica, se recomienda firmarlo ante notario. En casos específicos —como modificaciones que alteran el plazo o el valor del arriendo— podría ser necesario registrar el nuevo acuerdo en el Conservador de Bienes Raíces.
Debe haber claridad con los cambios. Deben ser explícitos y fáciles de interpretar.
Con consentimiento libre y sin coacción.
Busca una buena asesoría legal. Idealmente, debes contar con el consejo de un abogado.
¿Cuándo suele modificarse el documento?
Entre las situaciones más comunes están el ajuste del canon de arriendo debido a cambios en el mercado, la extensión del plazo del contrato o la necesidad de cambiar las condiciones de uso del inmueble.
Modificar un contrato de arriendo es posible y sencillo si se sigue el procedimiento adecuado. Formalizar los cambios garantiza flexibilidad y seguridad para ambas partes, manteniendo siempre un marco legal justo y claro.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.