Un estudio del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales destaca un problema crítico en el sistema de pensiones chileno: Nueve de cada diez trabajadores por cuenta propia no cotizan para su jubilación.
Esta situación afecta especialmente a personas de bajos ingresos y menor nivel educativo. Como resultado de ello, miles de trabajadores no cuentan con un respaldo económico para el futuro.
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¿Qué dice la investigación del sistema de pensiones?
El informe analiza a los trabajadores menores de 65 años en hombres y de 60 en mujeres que no cotizan. Utilizando datos de la Encuesta Suplementaria de Ingresos del INE, el estudio identifica que este grupo está compuesto principalmente por trabajadores independientes, en sectores difíciles de fiscalizar, como el servicio doméstico y el comercio en la calle.
En total, el 26,2% de los trabajadores en edad de hacerlo no cotiza, lo que representa más de dos millones de personas en Chile. |
El nivel de ingresos y el educativo influyen significativamente:
- Entre quienes ganan menos de $500.000 al mes, casi la mitad (48,1%) no cotiza.
- Solo el 6,1% de quienes ganan más de un millón están en esta situación.
- Además, el 48,4% de quienes no completaron la secundaria no cotiza.
- El 13,1% de quienes tienen educación superior.
Esto muestra cómo la falta de educación y bajos ingresos limitan el acceso a la previsión social, afectando principalmente a los sectores más vulnerables.
El rol del lugar de trabajo y la industria en la falta de cotización
- En el caso de quienes trabajan en hogares de empleadores o clientes, el 85,1% no cotiza para pensión.
- En cambio, los asalariados en oficinas suelen tener un acceso más directo a la previsión social.
Así se demuestra que el lugar donde se realizan las labores es otro factor clave. Los trabajadores que desempeñan tareas en lugares difíciles de fiscalizar, como en casas particulares o en la vía pública, muestran una de las tasas de no cotización más altas.
Por otro lado, quienes ejercen en la calle, este porcentaje alcanza el 58,5%. Este dato subraya la importancia de formalizar el empleo y de fiscalizar los espacios de trabajo informales, donde se concentra gran parte de la población no cotizante.
El sector de trabajo también tiene un fuerte impacto:
- En la construcción, el 41,7% de los trabajadores que no están en edad de jubilar no cotizan para pensión.Otros sectores afectados son alojamiento y servicios de comida, comercio y la industria agropecuaria.
- En contraste, áreas como la administración pública y la enseñanza muestran cifras significativamente menores, con tasas de no cotización del 2,5% y el 3,9%, respectivamente.
Estas diferencias reflejan que los empleos formales y estables ofrecen una mayor cobertura previsional. En cambio, sectores con empleos de alta rotación y baja formalización quedan al margen del sistema.
Grupos más vulnerables: Extranjeros y pueblos originarios
La falta de cotización afecta con mayor intensidad a pueblos originarios y trabajadores extranjeros. El estudio revela:
- El 33,7% de los trabajadores de pueblos originarios
- En tanto, el 33,2% de los extranjeros no cotizan para su jubilación.
- En comparación, solo el 25,3% de los chilenos no indígenas se encuentra en la misma situación.
Además, las cifras de no cotización son alarmantemente altas en el extremo norte del país. Entre los trabajadores extranjeros en Arica y Parinacota, el porcentaje de no cotizantes alcanza el 75,5%. Estos datos reflejan tanto las dificultades de integración al sistema previsional como la falta de políticas de protección social para estos grupos.
Futuro incierto para quienes no obedecen al sistema de pensiones
La alta tasa de no cotización entre los trabajadores por cuenta propia plantea un desafío importante para el sistema de pensiones chileno. No cotizar en los primeros años de vida laboral puede traducirse en una jubilación insuficiente para mantener un nivel de vida adecuado en el futuro.
Para enfrentar este problema, se requiere fortalecer la fiscalización en sectores informales y promover políticas que incentiven la cotización. Esto es especialmente necesario para quienes tienen bajos ingresos y menor educación. De no intervenirse, se mantendrá una situación de desigualdad previsional que afectará a los trabajadores independientes y sectores más vulnerables.
Este estudio revela una realidad alarmante. Con nueve de cada diez trabajadores independientes fuera del sistema de pensiones, miles de personas enfrentan el riesgo de una vejez sin recursos.
Para cambiar este escenario, se necesitan soluciones que promuevan la formalización, la fiscalización y la educación financiera. Solo así será posible construir un sistema de pensiones más inclusivo y equitativo para todos.