Una figura legal que permite a otras personas intervenir en un juicio para defender sus derechos son las tercerías. En nuestro país, se usan principalmente cuando un tercero reclama la propiedad de bienes embargados. 

De acuerdo a la definición de la RAE, una tercería es: Acción que, en un proceso ejecutivo, ejercita quien dice ser dueño de un bien embargado o pretende tener mejor derecho sobre él.

Pero, alto ahí. Aunque puede ser útil en ciertos casos, las tercerías tienen ciertos aspectos negativos. Estos pueden complicar el proceso tanto para los deudores, acreedores y el tercero que interviene. Conoce más en este artículo de Deudas.cl.

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Retraso en los procesos judiciales

Uno de los principales problemas de las tercerías es que alargan los juicios. Al presentarse una tercería, el juez debe detener el embargo para analizar los derechos del tercero. Esto significa que lo que debería ser un proceso rápido se convierte en un largo litigio.

Tanto el deudor como el acreedor sufren las consecuencias:

  • El primero, porque no sabe cuándo acabará el proceso.
  • El segundo, porque no puede recuperar su dinero de forma inmediata.

Uso indebido de las tercerías

Otro problema es que algunos usan esta operación para demorar los embargos. Hay casos en los que deudores o terceros sin razones válidas presentan reclamos solo para frenar temporalmente el proceso. Estas acciones malintencionadas dificultan la recuperación de las deudas, afectando al acreedor.

Si bien los jueces pueden detectar estos abusos, el proceso de evaluación sigue retrasando los procedimientos.

Costos adicionales (no todo es dinero)

Presentar una tercería implica asumir más gastos. Los involucrados deben pagar abogados, peritos y otros costos judiciales. Esto genera una carga económica extra para todas las partes, incluidas aquellas que presentan la tercería. Esto se suma al estrés financiero de quienes están en un proceso judicial por deudas, empeorando su situación financiera y emocional.

Las tercerías también crean incertidumbre legal. Mientras no se resuelva el reclamo del tercero, no se sabe a quién pertenecen realmente los bienes embargados.

Esta falta de claridad afecta a todas las partes:

  • El acreedor no sabe si podrá cobrar la deuda con esos bienes.
  • El deudor no tiene certeza sobre cuáles de sus bienes serán embargados.
  • Incluso, el tercero que reclama la propiedad de los bienes puede estar en una posición vulnerable, sin garantías de éxito.

Riesgo de rechazo y sanciones

No todas las tercerías tienen un desenlace favorable para quien las presenta. Si el tribunal decide que el reclamo no tiene fundamento, la tercería será rechazada. En estos casos, el tercero no solo perderá el reclamo sobre los bienes, sino que también podría ser sancionado con multas.

Esto es un riesgo importante. Presentar una tercería sin el respaldo legal necesario puede salir caro, tanto en términos económicos como judiciales.

Tercerías para deudores: ¿Qué es lo malo de su uso?

Tercerías: ¿Solución o complicación?

Si bien las tercerías pueden ser útiles para defender derechos, también traen consigo varios problemas. El alargamiento de los juicios, los costos adicionales, el abuso de este recurso y la incertidumbre sobre los bienes son solo algunos de los desafíos que enfrentan quienes se ven involucrados en estos casos.

Si estás pensando en presentar una tercería o te enfrentas a una, es importante contar con asesoría legal adecuada. Esta figura legal puede parecer una solución, pero también puede complicar aún más un proceso judicial.

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