El sistema judicial ofrece varios mecanismos para proteger los derechos de quienes no forman parte de un conflicto por embargo. Uno de estos mecanismos es la tercería, una acción legal que permite a terceros intervenir en juicios donde se han visto en juego bienes que consideran propios o sobre los cuales tienen un derecho legítimo.

Pero, ¿cómo funciona esta herramienta y cuándo se puede utilizar? En Deudas.cl te explicamos lo esencial.

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¿Qué es una Tercería?

En resumen, es una demanda que interpone una persona o entidad que no es parte del juicio, pero cuyos intereses se ven afectados.

Esto ocurre cuando, por ejemplo, se embargan bienes que no pertenecen a las partes involucradas en el litigio original. El objetivo es que el tribunal reconozca los derechos del tercero y excluya esos bienes del embargo. Esta herramienta está regulada por el Código de Procedimiento Civil, lo que la convierte en una medida legalmente válida para defender los derechos de terceros.

Sin embargo, su efectividad depende de varios factores. La calidad de las pruebas y el tipo de bien embargado, por ejemplo. Aunque es un recurso legítimo, su uso puede generar retrasos en los procesos de cobro o embargo.

Esto se debe a que la tercería introduce un nuevo proceso dentro del juicio original que debe resolverse antes de continuar con la ejecución. Por ello, aunque puede ser muy útil para proteger los derechos de terceros, también puede prolongar los procedimientos judiciales.

Principales tipos de tercerías

Tercería de dominio:

Se presenta cuando el tercerista alega ser el dueño del bien embargado.

Por ejemplo, si se embarga un vehículo que pertenece a un tercero, este puede demandar la liberación del bien.

Tercería de posesión:

Aquí, el tercerista no es dueño del bien, pero tiene su posesión legítima.

Busca que se reconozca su derecho de posesión y se excluya el bien del embargo.

Tercería de pago:

Es presentada por un tercero que tiene un crédito preferente.

Este tercero busca que se pague su deuda antes que la de otros acreedores en el juicio original.

¿Cómo se interpone?

Lo primero es hacer que el tribunal considere una tercería. Para ello, el tercerista debe aportar pruebas sólidas que acrediten sus derechos sobre el bien o su preferencia de crédito. Estas pruebas pueden incluir:

  • Contratos.
  • Escrituras públicas.
  • Documentos de propiedad.

Una vez presentada la demanda, el juez evaluará las pruebas para decidir si el bien debe ser liberado del embargo o si el tercerista tiene derecho a recibir el pago antes que otros acreedores. El proceso puede ser complejo: El tercerista como los acreedores originales deben probar sus derechos ante el tribunal. La decisión dependerá de la solidez de las pruebas y de la interpretación del juez.

La tercería es recomendable en situaciones donde un bien que no pertenece al deudor ha sido embargado o cuando un tercero tiene un crédito preferente.

Por ejemplo: Si un bien fue transferido antes del embargo, pero el registro de propiedad no se actualizó a tiempo, el nuevo dueño puede interponer una tercería para liberar el bien.

En estos casos, es esencial contar con asesoría legal. Presentar una tercería de manera adecuada y con las pruebas correctas es fundamental para evitar que el tribunal rechace la demanda. Si no se presenta correctamente, el bien podría seguir embargado o el crédito preferente no ser reconocido. ¡Contáctanos!

¿Utilizar una tercería es legal?

Recuerda: las tercerías son una herramienta legal valiosa en el sistema judicial chileno. Permiten que terceros, ajenos al juicio original, protejan sus derechos frente a embargos o medidas cautelares. Aunque son legales y pueden ser muy efectivas, su éxito depende de la calidad de las pruebas presentadas y la correcta interpretación judicial. Para quienes se ven afectados por estas situaciones, lo mejor es contar con un buen asesoramiento legal y enfrentar el proceso de la manera más adecuada.

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