La Ley 20.720 de Insolvencia y Reemprendimiento, conocida comúnmente como Ley de Quiebras, permite a personas naturales y empresas enfrentar situaciones de sobreendeudamiento mediante procedimientos legales que buscan una solución ordenada y eficaz.
TE PODRÍA INTERESAR
- ¿Después de cuánto tiempo las deudas prescriben?
- Busca causas judiciales con nombre, tribunal y año: Así funciona el sistema en línea del Poder Judicial
- ¿Tienes deudas? El Certificado de la CMF (ex SBIF) revela toda tu situación financiera
- Nuestros abogados te defenderán frente al acoso de cobranza
- Miles de jóvenes enfrentan graves consecuencias por no pagar el CAE
Quiebras según el tipo de persona
Esta normativa contempla mecanismos para reestructurar deudas o extinguirlas definitivamente, dependiendo del caso.
Personas: Renegociar o liquidar
Para personas naturales que no tributan en Primera Categoría, existen dos caminos: la Renegociación Administrativa y la Liquidación Voluntaria.
1. La primera es un proceso gratuito, gestionado ante la Superintendencia de Insolvencia, que permite modificar plazos, cuotas e incluso obtener condonaciones. Es ideal para quienes aún tienen ingresos, pero no logran cumplir con sus pagos.
2. La Liquidación Voluntaria, en cambio, se aplica cuando ya no es posible pagar las deudas. En este caso, se rematan los bienes del deudor para pagar a los acreedores. Incluso si los bienes son pocos, el proceso igual se puede llevar a cabo. Al finalizar, las deudas quedan extinguidas, siempre que se hayan declarado todos los activos.
Empresas: Reorganizar o cerrar
Para empresas, la ley contempla la Reorganización, que permite reestructurar deudas, negociar mejores condiciones de pago y acceder a un periodo de protección financiera. También existe una versión simplificada pensada para pymes. En casos más complejos, se puede optar por la Liquidación Voluntaria, lo que permite cerrar el negocio legalmente y eliminar las deudas previas.
¿Qué tipo de deudas se incluyen en la normativa de quiebras?
Se pueden incorporar deudas hipotecarias, laborales, previsionales, de consumo, tarjetas, leasing y más. Además, al completar el proceso, es posible salir de los registros de morosidad y volver a emprender sin arrastrar las deudas anteriores.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.