La legislación establece que las personas menores de 18 años no tienen plena capacidad legal para contratar. Esto significa que no pueden asumir compromisos financieros importantes, como obtener un crédito o firmar contratos que los vinculen de manera directa. Sin embargo, existen situaciones específicas en las que un menor podría verse involucrado indirectamente en asuntos relacionados con deudas.
Estas excepciones, aunque poco comunes, pueden generar confusión tanto para los menores como para sus familias. Es importante comprender qué derechos y limitaciones existen. La idea es proteger a los menores de problemas financieros antes de la mayoría de edad.
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Responsabilidad de los padres o tutores
La administración del patrimonio de los menores recae legalmente en sus padres o tutores. Ellos tienen el deber de gestionar cualquier ingreso, propiedad o herencia que pertenezca al menor:
- Los menores no pueden asumir deudas por sí mismos.
- Sin embargo, los padres pueden adquirir compromisos financieros en representación de ellos.
Esto significa que la responsabilidad legal recae exclusivamente en los adultos a cargo. Este principio busca proteger a los menores de riesgos financieros y garantizar que sus recursos sean utilizados en su beneficio.
No obstante, cuando los tutores no cumplen con su rol de manera responsable, los menores pueden verse afectados indirectamente. Ello, especialmente, si los bienes a su nombre se utilizan como garantía o respaldo.
Casos de emancipación y situaciones especiales
Ahora bien, ¿qué pasa en circunstancias excepcionales, como la emancipación o el matrimonio antes de los 18 años? Ante estos hechos, un menor puede adquirir capacidad legal para ciertos actos.
Esto les permitiría, por ejemplo, firmar contratos o administrar recursos propios.
Sin embargo, este escenario no les garantiza acceso automático a productos financieros como tarjetas de crédito o préstamos. Las instituciones financieras suelen exigir la mayoría de edad para evitar complicaciones legales. En estos casos, es esencial que los menores tengan un buen asesoramiento legal y financiero.
¡Ante todo, se debe evitar comprometer la estabilidad económica futura del menor! |
¿Qué pasa si ya registra deudas?
Aunque es inusual, puede suceder que un menor de edad figure como deudor en bases de datos financieras.
Esto puede deberse a:
- Errores administrativos.
- Uso indebido de su identidad por parte de terceros.
Cuando esto ocurre, los padres o tutores deben actuar rápidamente para corregir la información.
¡No te descuides! Es crucial presentar una reclamación formal ante las instituciones financieras o entidades responsables para evitar que el menor enfrente problemas legales más adelante. Este tipo de situaciones también subraya la importancia de proteger los datos personales de los menores, ya que el mal uso de esta información puede tener consecuencias graves.
Aunque los menores no pueden adquirir deudas de forma directa, es fundamental enseñarles desde temprana edad sobre temas financieros básicos. Comprender conceptos como ahorro, intereses y presupuestos les permitirá tomar decisiones responsables cuando alcancen la mayoría de edad.
La educación financiera no solo les ayuda a evitar problemas de deudas en el futuro, sino que también fomenta una relación saludable con el dinero.
Los padres y tutores juegan un papel clave en este proceso. Son los encargados de inculcar hábitos positivos y explicarles las consecuencias de las decisiones financieras equivocadas. |
Normativa de las deudas según la edad
La ley chilena protege a los menores de edad al establecer que no pueden adquirir deudas ni asumir compromisos financieros de forma directa. Sin embargo, esto no significa que estén completamente exentos de verse afectados por problemas económicos, especialmente si los adultos a su cargo manejan mal sus finanzas.
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Es responsabilidad de los padres o tutores garantizar que los menores no se involucren en situaciones que comprometan su patrimonio o futuro. Paralelamente, la educación financiera desde una edad temprana es una herramienta poderosa para preparar a los jóvenes para manejar sus recursos con inteligencia y evitar riesgos innecesarios en el futuro.