¿Sabías que los terceros pueden intervenir en procesos judiciales relacionados al embargo de bienes? Esto es posible gracias a unas figuras jurídicas conocidas como las tercerías.

Su objetivo es proteger los derechos o intereses de estos terceros, que pueden verse afectados por un conflicto entre otras partes. En Chile, esta herramienta legal es crucial para proteger los derechos de personas no involucradas directamente en un litigio.

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Estas figuras jurídicas están reguladas principalmente por el Código de Procedimiento Civil. Pero en concreto, ¿qué hacen?

Las tercerías permiten que un tercero, que no es parte original del juicio, pueda intervenir para salvaguardar sus derechos.

Existen diferentes tipos de tercerías: tercería de dominio, de prelación y de posesión. Cada una de ellas cuenta con características y requisitos específicos.

¡Utilízalas!: Estos son sus aspectos positivos

Porque sabemos lo valiosas que son, en este artículo de Deudas.cl exploramos las ventajas de las tercerías. Junto con ello, ilustramos lo mejor de utilizar esta figura legal.

Protección de derechos de propiedad

Una de las ventajas más significativas de las tercerías es la protección de los derechos de propiedad de terceros.

La tercería de dominio permite que una persona no involucrada en el litigio original, pero con un interés legítimo en un bien embargado, pueda reclamar su propiedad. Esto es crucial cuando un bien es erróneamente embargado por deudas de otra persona.

La legislación chilena requiere que el tercero presente pruebas de su derecho sobre el bien para interponer una tercería de dominio. Esta protección es vital para evitar la pérdida injusta de propiedades y asegurar que se respeten los derechos de los propietarios legítimos.

Prioridad en el pago de créditos

La tercería de prelación es otra herramienta poderosa para terceros, especialmente acreedores. Permite que un acreedor intervenga en un proceso de ejecución para hacer valer su derecho a ser pagado con preferencia. La legislación chilena, en el artículo 2.477 del Código Civil, establece un orden de prelación de créditos.

La tercería de prelación permite a los acreedores hacer valer su posición en este orden. Asegura que los acreedores con derechos preferentes no sean perjudicados y reciban el pago que les corresponde según la ley.

Es especialmente relevante en procesos de quiebra o liquidación, donde varios acreedores compiten por el pago con los bienes del deudor.

Protección de la posesión

Otra ventaja importante es la protección de la posesión mediante la tercería de posesión. Este tipo de tercería permite a un poseedor legítimo intervenir en un juicio para proteger su derecho a poseer un bien. Según el artículo 696 del Código Civil chileno, la posesión es el ejercicio de un poder de hecho sobre una cosa.

En definitiva, la tercería de posesión permite a los poseedores defender sus derechos contra embargos o ejecuciones indebidas.

La protección de la posesión es esencial para mantener la estabilidad y seguridad jurídica. Es especialmente crucial cuando la posesión de un bien es vital para el desarrollo de actividades económicas o personales del tercero.

Flexibilidad y acceso a la justicia

Las tercerías ofrecen una flexibilidad significativa al sistema judicial chileno. Permiten que terceros intervengan en procesos judiciales de manera formal y estructurada, asegurando que sus derechos sean considerados y protegidos. Esta flexibilidad es fundamental para un sistema legal justo y equitativo, proporcionando un mecanismo para que todas las partes afectadas puedan ser escuchadas.

Además, las tercerías facilitan el acceso a la justicia para individuos y entidades que, de otra manera, podrían verse perjudicados por resoluciones judiciales en las que no tuvieron la oportunidad de participar. Este acceso a la justicia es un principio básico del derecho chileno y de los derechos humanos, asegurando que todas las personas puedan defender sus intereses de manera efectiva.

Ventajas de las tercerías en Chile

En conclusión, las tercerías en Chile son una herramienta legal poderosa y versátil. Protegen los derechos e intereses de terceros en procesos judiciales. Ofrecen ventajas en la protección de derechos de propiedad, la priorización de créditos y la defensa de la posesión.

Estas ventajas son esenciales para un sistema judicial justo y equitativo.

Además, proporcionan una vía formal para que los terceros intervengan en los litigios. Así, aseguran que todos los afectados por un proceso judicial sean escuchados y protegidos. Esto contribuye a la integridad y eficacia del sistema legal chileno.

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